Enerphit y 4×30
Rehabilitación energética y mucho más.
El European Green Deal es una estrategia de la Unión Europea para lograr la neutralidad climática en el año 2050.
El objetivo es transformar la economía europea en una economía verde, circular y sostenible, que garantice la salud y el bienestar de los ciudadanos y el planeta.
Como parte de sus objetivos, podemos encontrar una ambición clara de reducción de emisiones de CO2:
– Alcanzar la neutralidad climática en la Unión Europea para el año 2050, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55% para el año 2030 respecto a los niveles de 1990.
– Impulsar la transición energética, aumentando la participación de las energías renovables en el consumo final de energía al menos un 32% para el año 2030 y mejorando la eficiencia energética al menos un 32,5%.
– Promover una economía circular, reduciendo la generación de residuos y fomentando el reciclaje y la reutilización de los materiales.
La industria de la construcción es responsable de aproximadamente el 40% de las emisiones globales de GEI, debido tanto al consumo energético de los edificios durante su uso como a las emisiones liberadas durante la fabricación de los materiales de construcción y su instalación en obra.
La actuación sobre el parque de edificios existentes se erige como la estrategia más eficaz para cumplir los 3 objetivos del Green Deal detallados más arriba.
1. Rehabilitando los edificios existentes, incorporando medidas pasivas como mayor aislamiento, control solar, etc. Además, mediante sistemas de climatización más eficientes y alimentados por energías renovables, se reducirá el consumo energético y, por ende, las emisiones de CO2.
2. Esta rehabilitación aprovecha los elementos del edificio con mayores emisiones de CO2 embebidas, como son la estructura y la envolvente, evitando nuevas emisiones si estos elementos se construyesen de nuevo.
3. Rehabilitar, reutilizar e implementar nuevos usos en edificios existentes reduce la necesidad de utilizar nuevos recursos, fomentando la economía circular. Además, estos edificios se encuentran en tejidos urbanos consolidados, conectados a servicios urbanos existentes, evitando la necesidad de construir nuevas redes de servicios y, por lo tanto, reduciendo emisiones de CO2 y el uso de recursos.
La nueva directiva sobre eficiencia energética en los edificios (EPBD), que la UE está ultimando y probablemente estará en vigor en los próximos meses, prevé que todos los edificios reciban una calificación energética A o B desde 2040 y deben ser cero emisiones operacionales en 2050.
También establece la exigencia de medir la huella de carbono en todo el ciclo de vida del edificio aplicando un enfoque «whole life carbon» en todos los edificios desde 2030.
Para conseguir ambos objetivos proponemos una estrategia ambiciosa y efectiva de intervención en los edificios existentes:
1. Rehabilitar energéticamente el edificio existente utilizando materiales y soluciones de bajo carbono embebido, siendo relevante la elección de materiales aislantes.
2. Estudiar desde el punto de vista técnico, urbanístico y financiero la intensificación del edificio existente, por ejemplo, ampliando el edificio con la construcción de nuevas plantas, utilizando materiales como la madera, con bajo carbono embebido y que además, por su reducido peso, inciden en menor medida en la estructura existente.
3. En el caso de edificios vacíos, estudiar la implantación de nuevos usos que encajen con la realidad económica y social actual.
Centrándonos en el punto 1, rehabilitación energética, consideramos que el estándar EnerPHit de Passivhaus puede ser una herramienta muy útil.
Lograr el estándar de la Casa Pasiva en la rehabilitación de edificios existentes no siempre es un objetivo realista. Para estos edificios, el Instituto Passivhaus ha desarrollado EnerPHit para reformas energéticas certificadas con componentes de Casa Pasiva.
Esto requiere cumplir con los requisitos correspondientes de la zona climática en cuanto a la demanda de calefacción y refrigeración, en el caso de España serían los correspondientes a las zonas climáticas cálido-templado y cálido según esta tabla.
Estos datos de demanda se obtendrían mediante modelado energético con la herramienta específica Passivhaus, PHPP.
El estándar establece un método alternativo basado en el cumplimiento de criterios mínimos para los distintos elementos constructivos utilizados en la rehabilitación.
Independientemente del método seguido (limitación de demanda o selección de elementos constructivos), es necesario también cumplir criterios con respecto a la hermeticidad conseguida, así como a la demanda y generación de energía renovable.
Por otro lado, el estándar EnerPHit introduce el concepto de retrofit plan. Muchos de los edificios a rehabilitar energéticamente permanecen en uso durante el proceso de rehabilitación, por lo que esta debe realizarse por fases. Esto también puede deberse a razones financieras que impidan acometer todo el alcance de una sola vez.
EnerPHit integra procedimientos para programar esta intervención faseada de manera eficiente y ayuda a evitar que se produzcan riesgos o patologías en las fases intermedias, por ejemplo, problemas de condensación en situaciones donde se ha aislado la envolvente pero todavía no se han cambiado ventanas o se ha incrementado la hermeticidad sin haber instalado sistemas de ventilación.
Este aspecto de rehabilitación energética por fases encaja muy bien con el concepto de «pasaporte de renovación de edificios» que se incluye en la nueva EPBD y será obligatorio desde finales de 2025. Consiste en una hoja de ruta para planificar la rehabilitación energética del edificio en varias etapas, permitiendo a los propietarios cumplir con los objetivos marcados en la directiva de manera sostenible desde el punto de vista financiero y práctico.
Por último, este proceso de rehabilitación energética masiva del parque de edificios existentes, instigado por nuevas normativas y subvencionado en muchos casos con fondos europeos, puede ser una oportunidad de implementar otras estrategias de sostenibilidad que incorporen un enfoque holístico:
– Creando espacios saludables y confortables.
– Espacios flexibles y resilientes que puedan adaptarse a nuevos usos y a potenciales amenazas como el cambio climático.
– Con bajas emisiones de CO2 en todo el ciclo de vida.
– Con reducido uso de recursos, incluyendo el agua.
– Con una gestión de los residuos que permita implementar economía circular.
Para conseguir estos objetivos, podemos ayudarnos de marcos como Level(s), DGNB, BREEAM, etc., que proporcionan metodologías válidas para incorporar estos objetivos durante el diseño de los proyectos de rehabilitación, independientemente de perseguir la certificación.
En 4×30 apostamos por combinar lo mejor de los marcos de sostenibilidad existentes para diseñar estrategias específicas según el nivel de ambición perseguido, la naturaleza del proyecto, su escala, o la capacidad financiera.
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